sábado, 5 de mayo de 2012

programacion de hábitos y rutinas


1.               Introducción: conceptos claves para la programación:
Hábito: es un mecanismo estable que crea destrezas o habilidades y además es flexible, es decir, que lo podemos usar para situaciones distintas y también modificarlo si es preciso; por ejemplo: el hábito de abrocharse. Se alude a saber seleccionar el momento y aplicar correctamente una habilidad.


Rutina: es una costumbre personal, mecanizada por conveniencia, por ejemplo, guardar los zapatos en un lugar determinado. La rutina es inflexible, es decir, no permite modificación y tampoco crea ninguna destreza específica, ni sirve más que para el fin que la hayamos creado, en muchos casos, para la memorización. La rutina puede desaparecer, pero el hábito no, ya que quedan las destrezas adquiridas y estas pueden aplicarse a actividades muy diversas y adaptarse a nuevas formas de hacer. Es la automatización de los hábitos.  


Habilidad: es la destreza de ejecución; por tanto, se refiere a capacidades físicas, motrices y cognitivas para llevar a cabo cierta acción, con el mayor éxito posible y en función de las normas y valores culturales.


Programación: la adquisición de un habito es un aprendizaje a largo plazo, por ello se ha de plantear de forma sistemática, teniendo claros los objetivos claros en todo momento. Establecer una serie de actividades en un contexto y en un tiempo determinados para enseñar unos contenidos con la pretensión de conseguir unos objetivos. Plan de activo y secuenciado para que el alumno adquiera los aprendizajes que se estiman adecuados a si nivel de maduración y desarrollo en un tiempo determinado.


Programar: consiste en introducir organización y racionalidad en la acción. Idear y ordenar las acciones necesarias para realizar in proyecto.

2.               Adquisición de los hábitos: descanso, higiene, alimentación y socialización:

Requisitos:

·         Maduración cognitiva y física en relación con el habito.


·         Relaciones afectivas con el niño.

·         Nivel de comunicación adecuada para que el niño/a entienda que pretendemos y con que fin.

·         Equilibrio y estabilidad emocional del adulto frente a posibles respuestas del niño/a, no respondiendo con agresividad ni con inestabilidad, ni tampoco cediendo ante presiones que el niño pueda hacer.
Errores más comunes y aspectos a tener en cuenta:

·         Resolver al niño/a las tareas que ha de hacer, salvo en situaciones esporádicas que podrían justificar nuestra intervención.

·         No dar al niño una serie de secuencias, pasos o acciones que estén vinculadas con el aprendizaje de un hábito.

Aspectos a tener en cuenta:

1.      Nivel de capacidad: nivel de capacidad de ejecución (desarrollo del motor fino y grueso) nivel de planificación (capacidad cognitiva, secuencia lógica, etc.)

2.      Espacios y recursos: necesitaremos utensilios a la medida del niño/a (inodoros, mesas, sillas, tijeras, cucharas, etc.).

3.      Nivel de satisfacción: se deben plantear las actividades de forma agradable y satisfactoria para el niño/a.

4.      Selección del momento: deben aplicarse siempre que lo requiera la situación, no puede temporalizare en un tiempo concreto.

3.               Fases en la adquisición de hábitos y rutinas
La adquisición de hábitos es:

·         Un proceso continuo, gradual y dura toda la vida.

·         Necesita un proceso satisfactorio y agradable para el sujeto.

·         Debe producir éxito.

·         Debe ser reforzado en el momento oportuno.

·         El educador ha de tener en cuenta paciencia y ser preciso en las descripciones de las conductas.

·         Los padres deben colaborar y marcar normas claras.

·         Requiere un ambiente relajado, tranquilo y adaptado.

·         El niño/a debe querer colaborar, para ello hay que motivarles.

Relacionados con la alimentación: el niño establece el primer contacto con la realidad del mundo exterior. Comer es la actividad mediante la que se desarrolla las primeras relaciones personales y con el entorno, y en la que se viven los primeros conflictos de entendimiento con los demás. Se desarrollan también las sensaciones más primarias del gusto, el olfato, el tacto, etc., que son la base de los esquemas de conocimiento fundamentales.

Desayuno en casa, antes de ir a la  escuela. El desayuno  consiste  cosiste en un lacte, cereales y fruta.

Almuerzo a media mañana para complementar el desayuno y no llegar con mucha hambre a la comida.

Comida: tiene como u tiene un tiempo  suficiente  mas de veinte minutos y meneos de tres cuartos de hora.

Merienda al finalizar la jornada escolar ya que ha sido larga y se ha gastado mucha energía.
Relacionados con la higiene: la higiene es un medio de defensa ante muchas enfermedades y también una actividad muy afectiva para los niños/as, que precisa un adiestramiento. El hábito del aseo refuerza su autonomía y posibilita una menor de dependencia del adulto en la vida ordinaria.
Observar como evoluciona el niño /a durante su adquisición, servirá también de estimulo positivo sobre su propia imagen.

La ansiedad de los adultos respecto a la higiene de los niños/as puede ser causa de conflictos en la relación comunicativa con ellos y, asimismo, en el desarrollo de sentimientos positivos hacia ellos mismo y hacia el mundo exterior. Si la higiene  es un acto placentero, atendido con alegría por el adulto, es posible que las nuevas experiencias puedan sustituir a las negativas anteriores.

Relacionadas con del descanso y el sueño: el descanso es una de las forma de recuperar fuerzas perdidas, eliminar las tensiones emocionales y conseguir una mayor sensación de bienestar. El descanso no se consigue solo a través del sueño, sino a partir de actividades relajantes. Los hábitos relacionados con el descanso tienen dos vertientes: la individual y la convivencia. En uno y otro caso es importante educar no solo las destrezas sino también las actitudes.
Relacionados con la socialización: se inicia antes de los dos años, pero su verdadero desarrollo se produce a partir de esa edad, que es cuando empiezan a interiorizarse. La colaboración al vestirse y desvestirse, el control de esfínteres, el manejo rudimentario de los cubiertos, los hábitos de comida, la comunicación por turnos, pedir las cosas, escuchar, intercambiar objetos, etc., pero todavía no comprenden el sentido de la norma social y eso hace que surja el conflicto entre lo que se desea hacer y lo que esta prohibido.
El proceso de socialización es una interacción entre el niño y su entorno. Esta interacción y su resultado depende de las características del propio niño/a y de la forma de actuar de los agentes sociales.

 Preparación: valoramos las habilidades y destreza del niño de forma positiva y analizaremos las habilidades específicas que requiere el aprendizaje del hábito.

Aprendizaje. El adulto muestra al niños/a la realización del hábito para que mediante la observación directa y la imitación lo ponga en práctica.

Automatización. El sujeto, tras la repetición continua y asimila de interioriza la ejecución del habito llegando a la mejora y automatización de la conducta.

Consolidación. Un hábito esta consolida cuando se pone en práctica de forma autónoma y sistematizada en las situaciones que lo requieren.


4. Trastornos en la adquisición de hábitos

Conflictos y errores en la adquisición de hábitos:


Los hábitos básicos, en la infancia, se van desarrollando paralelamente a los de relación social, totalmente influenciados por la interacción con los adultos y los iguales.

 Van marcando su historia personal de forma positiva o negativa, es decir: los niños/as han experimentado relaciones satisfactorias a la hora de la comida con sus adultos de referencias, utilizaran esos patrones de comportamientos en un primer momento al imitar al adulto en sus juegos y más tarde en su rato con los otros.

Por otro lado, el niño/a en muchas situaciones, sin llegar al maltrato o al abuso (divorcios, nacimientos, defunciones), al no saber como afrontarlas responde de una forma básica (agresividad verbal- física, rabietas, negatividad… o copiando modelos) que le provocan conflictos emocionales y sociales.

Estos conflictos ralentizan el desarrollo de los hábitos básicos; claro ejemplo es el nacimiento de un hermano, el niño/a puede sufrir celos, mutismo selectivo, agresividad y un cierto retroceso madurativo en hábitos que ya controlaba, como pueden ser la micción, el sueño…todo ello para llamar la atención.

Los educadores y las familias deben trabajar al unísono para superar estos pequeños baches en el camino hacia la autonomía del niño.

Los juegos, dibujos y modos de actuar en momentos determinados, son reveladores para el educador y así averiguar posibles conflictos y trastornos que afectan a su desarrollo integral.
Trastornos en la alimentación: 

·         Vómitos frecuentes: es posible un retroceso somático, pero sin desarrollar enfermedad especifica.


·         Anorexia: desgana por la comida o falta anormal de apetito.

·         Bulimia: apetito desmesurado que obliga a ingerir gran cantidad de alimentos en poco tiempo.

·         Obesidad: debido a la imposición de un ritmo de alimentación que no tiene en cuenta los deseos del niño/a.

·         Adelgazamiento: debido a la ausencia de alimentación o a un adecuado balance entre ingesta y gasto de alimentos.
Trastornos en la higiene:

·         Pediculosis: infestación producida por piojos.

·         Helmintiasis: infección producida por helmintos o parásitos (lombrices, tenias, gusanos).

·         Caries dental: afectación progresiva de un diente que comienza con la desaparición del esmalte de los dientes

·         Onicofagia: habito compulsivo de comerse las uñas.
Trastornos en el sueño y descanso:

·         Insomnio: incapacidad crónica para dormir.

·         Terrores nocturnos: episodios repetidos de despertar brusco con un grito de angustia, que se producen de una a tres horas después de conciliar el sueño.

·         Pesadillas: reacciones casi siempre relacionadas con la ansiedad asociada a sueños espantosos.

·         Sonambulismo: el niño se levanta dormido, con los ojos abiertos y se conduce como un autómata; después de deambular durante algunos minutos, vuelve a la cama o dócilmente se deja llevar y al día siguiente no recuerda nada.

·         Ritmias del sueño: se producen con un ritmo regular, de alrededor de un golpe por segundo: giro de cabeza, balanceo de una pierna o incluso movimiento de la camama o la cuna.
Trastornos en la socialización:

·         Celos: se definen como el recelo que alguien siente de cualquier afecto o bien disfrute o prenda que llegue a ser alcanzado por otro.

·         Agresividad infantil: los comportamientos agresivos es relativamente fácil actuar para reprimirlos, en la mayoría de los casos basta con dar explicaciones verbales, éticas, morales, etc. En otras diseñar y seguir pautas especificas para aumentar la sociabilidad con conductas de cooperación, respeto al otro y habilidades sociales antes los conflictos.

·         Miedo: es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. El miedo es si mismo no es malo, puede ser adaptativo y contribuir a la supervivencia del individuo, puede ser natural o aprendido.

·         Rabietas: aquello comportamientos que aparecen cuando no se satisface alguna de las demandas del niño/a o que se producen como llamada de atención.

·         Autoestima: es el grado de aprecio-desprecio que cada uno dirige hacia si mismo. Es un sentimiento de sentirse querido y capaz. Es importante porque afecta a todos los ámbitos de la vida, del desarrollo y de aprendizaje, tanto en el presente como en el futuro.

·         Mutismo selectivo: es la negativa, consciente o inconsciente, voluntaria o involuntaria, a expresarse verbalmente antes una o mas personas, en uno o mas ambientes y, sin embargo, hablar con normalidad en otros ambientes o ante otras personas.

5. Programación de hábitos y rutinas: principios de intervención

Enseñar hábitos no quiere decir, en muchos casos, realizar programas específicos sobre ellos. Es muy importante aprovechar estas situaciones diarias programando los hábitos que deseamos que el niño/a ejercite en cada momento de su crecimiento. Como toda intervención educativa, el aprendizaje de los hábitos requiere una programación y una evaluación constante para ir readaptando y asegurándose de que el proceso avanza correctamente.

Loa principios de intervención se deben adaptar al niño/a y no al contrario, si no el resultado que buscamos seria totalmente el opuesto. Para lograr esto, el educador/a ha de conocer:

·         ¿Que debemos tener en cuenta antes de programar?

·         ¿Quienes y de que forma participan en el desarrollo de la programación?

·         ¿Como se mide y evalúa la adquisición de hábitos?

6. Consideraciones previas antes de programar

Antes de comenzar la programación tendremos que analizar todos los factores que pueden incidir de forma directa o indirecta en la adquisición de los hábitos: mediante la programación evitaremos el azar, la improvisación, la pérdida de tiempo, la realización de esfuerzo en vano y se contara con  la suficiente flexibilidad para adaptarse al niño, familia y entorno.

·         Entorno: el entorno que rodea al niño/a no es neutro sino que determina, de cierta forma, la cantidad y la cálida de habitas que va adquiriendo el niño/a desde que nace.  El entorno rico en estímulos potencia sus capacidades al igual que en el entorno pobre de estímulos los coarta

·         La familia: la familia como primer agente de socialización marca la historia personal con que con la que el niño/a llega al centro educativo. De la familia y de su entorno ha ido tomando los primeros contactos con los aspectos relacionados con los hábitos de alimentación, higiene sueño, higiene, descanso, y relación. Las familias no siempre proyectan un modelo correcto y beneficiosos para el desarrollo del niño/a, esto es algo que el educador/a debe analizar y valorar, intentando compensar las desigualdades (sociales, culturales económicas) que detecte. Todo esto mediante una estrecha cooperación con la familia.

7. Elementos de la programación de hábitos y rutinas
Objetivos: esto supone escoger la conducta que se quiere convertir en hábito, lo cual estará en función del nivel de crecimiento y desarrollo del niño/a. hay que tener en cuenta que muchos de los objetivos que se deben programar para los hábitos relacionados con el vestido se asumen o empiezan en el entorno familiar, en el entorno educativo tendrá una función de refuerzo de las acciones realizadas por las familias. Los objetivos dentro de cada ciclo son:

Entre 1-3 años:


·         Quitarse los zapatos

·         Quitarse los calcetines

·         Ponerse y quitarse el abrigo

·         Vestirse y desvestirse

·         Colgar la chaqueta

·         Doblar, guardar o colgar algunas prendas sencillas

·         Cuidar y llevar limpia la ropa y los zapatos

Entre 3-6 años:


·         Vestirse y desvestirse

·         Darle la vuelta a la ropa si esta del revés.

·         Ponerse y quitarse el abrigo.

·         Abrochar y desabrochar botones, cremalleras y cierres de velcro.

·         Doblar, ordenar o colocar bien la ropa que se quita.

·         Recoger y organizar su bolsa del colegio.

·         Tener limpios y cuidados sus zapatos

·         Ponerse los zapatos

·         Hacer lazadas

·         Relacionar las actividades y el tiempo atmosférico con el tipo de ropa que a de llevar.
Contenidos: los aspectos conceptuales, procedimentales y de actitudes, valores y normas que tiene relación con el habito y con su adquisición.

Alimentación:
Conceptualesà utensilios de comida, diferentes alimentos, y normas de compartimientos en la mesa.
Procedimentalesà aplicación de las normas de comportamientos en la mesa, iniciación y manejo de utensilios de comida y del tiempo dedicado a ellos y identificación de alimentos y experimentación con otros nuevos.
Actitudinales à colaboración en la preparación y recogida de la mesa, gusto y disfrute por comer, interés por probar nuevos alimentos y respeto haca las normas de comportamiento en la mesa.
Higiene:
Conceptuales à útiles y productos relacionados  con el control de esfínteres, normas de usos del aseo y micción y defecación.
Procedimentales à aplicación de las normas de uso del aseo, interpretación y manifestación de signos relacionados con la evacuación, regulación de la micción y defecación hasta llegar a su control, precisión al desvestirse y vestirse, simulación en el orinal de la función de la evacuación, ejecución correcta del acto de evacuar, realización de aspectos asociados con el control de esfínteres: limpiarse, tirar el papel y de la cadenas, lavarse las manos.
Actitudinalesà colaboración en el proceso de adquisición del control de esfínteres y los aspectos que lo engloban y gusto y disfrute por estar limpio y aseado.

Sueño y descanso:
Conceptuales à ritual que precede la siesta y normas de comportamiento antes, durante y al final de la siesta.
Procedimentales àaplicación de las normas de comportamientos antes, durante y al final de la siesta, ejecución del ritual que procede a la siesta, quitarse el calzado y los calcetines, organización y participación al ponerse o quitarse los zapatos.
Actitudinalesà colaboración con su educador antes y después de la siesta, gusto y disfrute por descansar, valorando la importancia para la salud y respeto hacia el descanso de los demás.
Relación social:

Conceptuales à normas de comportamiento, hábitos básicos de relación interpersonal.
Procedimentales à uso de los hábitos básicos de relación interpersonal aplicándolos a situaciones reales o ficticias. Exposición de ideas, gusto o interés intentando respectar el turno de palabra. Resolución de conflictos de forma cívica atendiendo a las normas de clase.
Actitudinalesà colaboración en actividades de clase. Gusto y disfrute por relacionarse con los demás. Respeto hacia las normas de comportamiento.
Estrategias metodológicas: son aquellos medios que utiliza el docente para que se produzca el proceso de enseñanza aprendizaje y se puede dividir en:

·         Principios de intervención

·         Organización de espacios

·         Organización y distribución de los tiempos en el aula

·         Recursos materiales

·         Actividades tipo
Actividades: para ello diseñaremos e implementaremos actividades que ayuden al:
Cuidado y limpieza de las distintas partes del cuerpo y realización de forma autónoma de hábitos.
Colaboración y contribución al mantenimiento de la limpieza del entorno en el que se desenvuelven las actividades cotidianas.
Hábitos relacionados con la alimentación, descanso, relación y la utilización progresiva  de los utensilios y objetos y colaboración en las tareas propias de estas necesidades básicas.
Utilización adecuada de instrumentos y objetivos e instalaciones para prevenir accidentes y evitar situaciones peligrosas.
Temporalización: las necesidades biológicas del niño/a son las que marcan, los ritmos y frecuencias necesarias para su orientación temporal: el alimento, el descanso, la higiene, la actividad, las salidas a la calle son las primeras referencias del niño/a.
Estas primeras pautas de tipo fisiológico y orgánico se van descentrando progresivamente hacia otras de índole social, marcadas fundamentalmente por los adultos. Estos ritmos de actividad o no actividad que se mantiene estables, además de proporcionarle seguridad, le permiten diferenciar de forma progresiva los distintos momentos del día y llegar a recordar, prever y anticipar lo que pasara después.

Es importante tomar decisiones sobre la organización temporal, pero se debe evitar tanto la excesiva división del tiempo como la rigidez.
Evaluación: es un valioso instrumento de seguimiento y de valoración de los resultados  obtenidos y de mejora de los procesos que permiten obtenerlos (LOE).

Que evaluamos à partimos de unos criterios establecidos que se derivan de los objetivos planteados en relación a uno o varios hábitos.

Como evaluamos à el método o técnica más adecuado para evaluar es la observación directa, con la recogida de datos.

Cuando evaluamos à se debe evaluar durante el proceso, antes, durante y después del mismo.

8. Evaluación de la programación: criterios y características

Evaluación inicial: al inicio de la programación hay que averiguar los conocimientos previos del niño/a y el grado de desarrollo de hábitos básicos. Con la observación directa o la información de las familias marcaran el punto de referencia para programar.

Evaluación en proceso: mientras el niño/a realiza el hábito, se observan los progresos y dificultades que tiene para actuar en consecuencia y modificando la programación si fuese necesario.
Evaluación final: se analizaran el resultado obtenido, se interpretaran, realizando él informa correspondiente, indicando el grado de adquisición del hábito y las propuestas de mejora o medidas de refuerzo.


9. Papel del adulto en la adquisición de hábitos

El educador: características y doble función: la función del educador tiene tres finalidades fundamentales nutritiva, socializadora y educadora.


·         Función nutritiva: mediante tareas destinadas a suministrarles materiales afectivos, sociales, éticos y culturales para complementar su proceso maduración biológica, psicológica y social.

·         Función socializadora: tarea destinada a la construcción del concepto de si mismo y de la identidad. El concepto de si mismo juega el rol fundamental en la formación de la identidad, tales como la capacidad de evaluarse de forma realista, tener confianza en si mismo y una autoestima elevada.

·         Función educativa: permite a los niños/as acceder a un desenvolvimiento social adecuado. Los padres y educadores asumen la responsabilidad de ser los principales educadores de sus hijos y ejercen una autoridad caracterizada por el afecto y la empatía.

Para desempeñar de forma correcta la función educativa y asistencial, el educador infantil debe abarcar una serie de funciones acordes con el tipo de trabajo que va a desempeñar, decir que esta serie de funciones no tienen sentido si el educador /a, que se dispone a desarrollar su labor docente no presenta una serie de actitudes básicas para trabajar con niños/as, como son: respeto, tolerancia, objetividad, dinamismo, creatividad y sobretodo cariño hacia los niños/as, todo ellos sin olvidar que somos educadores y no guardines de niños. Las funciones son:

·         Función de programación educativa

·         Función de diagnostico

·         Función de intervención

·         Función de evaluación

·         Función de relación

·         Función de formación permanente.
Cooperación familia escuela: la mayoría de hábitos que el niño/a debe adquirir implican una intervención conjunta escuela-familia. Ello supone establecer unas pautas comunes en los entornos habituales de desarrollo para dotar de funcionalidad los aprendizajes y los hábitos y dar seguridad respecto a la manera de interaccionar con el entorno. Tienen que coordinase y seguir, en la medida de los posible, la misma metodología para facilitar la adquisición del habito, para ello deben ponerse de acuerdo en cuando comienza el aprendizaje, los procedimientos y las estrategias que se aplicaran así el proceso de adquisición. Uno de los objetivos generales del centro es conseguir individuos autónomos, debemos hacer participes a las familias para que continúen trabajando este objetivo, dejando que los niños/as hagan las cosas por ellos mismos en la medidas de sus posibilidades.  A las familias se les proporcionan una amplia información de los hábitos que pretendemos conseguir en los niños/as y la metodología utilizada.

Los hábitos indispensables que las familias trabajaran en casa son:

·         Control de esfínteres

·         Conseguir una cierta autonomía: ir solos al baño y almorzar sin ayuda

·         Identificar y cuidar sus objetos personales

·         Expresar sus necesidades

·         Aprender  a respectar límites: esperar su turno, respetar a los compañeros, respectar los materiales.
Vías de cooperación: para conseguir la implicación de las familias utilizamos diferentes cauces:

·         Información escrita: artículos, dossiers, periódicos. Etc.

·         Reuniones de acción tutorial: ya sean grupales o iniciales, en el caso de alumnos de nuevo ingreso en el centro

·         Reuniones trimestrales: una al inicio del curso y otra al finalizar cada trimestre.

·         Entrevistas: esta establecida una de forma preceptiva al comenzar la escolaridad y cuantas sean necesarias por requerimientos de las familias y la tutora para tratar temas puntuales.

·         Contacto informal diario: cuando sea necesario.

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