Consiste en la aplicación
científica del sonido, la música y el movimiento para facilitar la
comunicación, promover la expresión individual y favorecer la
integración social. A nivel de estimulación temprana, su uso se está
extendiendo dentro de los programas educativos para facilitar el aprendizaje en
los niños. ¿Quieres saber cómo?
Los programas diseñados para el uso de la música en musicoterapia estimulan determinadas zonas del cuerpo humano que ayudan a equilibrar funciones orgánicas o psicológicas concretas. Es recomendable trabajar esta disciplina de una manera interdisciplinar, trabajar en equipo el musicoterapeuta y los otros profesionales conjuntamente.
Beneficios de la musicoterapia
Los programas diseñados para el uso de la música en musicoterapia estimulan determinadas zonas del cuerpo humano que ayudan a equilibrar funciones orgánicas o psicológicas concretas. Es recomendable trabajar esta disciplina de una manera interdisciplinar, trabajar en equipo el musicoterapeuta y los otros profesionales conjuntamente.
Beneficios de la musicoterapia
Todo
lo que es música, para un niño, siempre es positivo. Pero debemos tener en
cuenta que ésta debe ser siempre adaptada a sus oídos, a su capacidad de
escucha; a su edad.
A
un niño, la musicoterapia le puede ir muy bien para mejorar el
aprendizaje, la coordinación, controlar la ansiedad y mejorar el
estado de ánimo, entre otros. Pero, sobre todo para ayudarle a organizarse a
nivel interno. La influencia de la música es mucho mayor de lo que creemos.
Cuanto
antes se exponga la música al niño más beneficios le aportará, sea como terapia
o sea como uso lúdico. De hecho, el uso de
canciones para enseñar habilidades académicas, sociales y motoras a
niños pequeños se ha convertido en una práctica común para algunos profesores y
educadores de música y, por supuesto, para muchos musicoterapeutas de los
Estados Unidos.
Hay
muchos estudios que demuestran que la música y sus componentes producen
patrones de actividad eléctrica cerebral. Esto lleva a una mayor eficacia a
nivel del funcionamiento del cerebro no sólo como rector de los procesos
cognitivos sino también como regulador de las funciones vegetativas del
organismo.
Cuando
se aplica a un paciente una de estas disciplinas alternativas, como puede ser
la musicoterapia,
es porque hay algo en su sistema que no acaba de funcionar, sea en mayor o
menor grado, pero suficientemente importante para evitar desencadenar otros
problemas de tipo psicológico, social, motriz, fisiológico… A veces, un
problema que tiene solución con la musicoterapia, evita otros futuros problemas
en el desarrollo tanto del niño como del adulto.
La
música posee unos valores universales que afectan a todas las personas y que se
definen por el ritmo, la armonía, la melodía y el tono. Así, el musicoterapeuta
debe descubrir la personalidad musical de cada paciente para seleccionar la
música adecuada, porque según su personalidad y su estado, le puede ser más
beneficiosa un tipo de música u otro.
Efectos de la musicoterapia
en los niños
Los
efectos que tiene la Musicoterapia en los distintos ámbitos son muchos, pero si
nos basamos a los que influyen a un niño, son los siguientes:
-
Fisiología: produce cambios en el ritmo cardiaco y respiratorio, así como en la
tensión muscular.
-
Comunicación: estimula la expresión de los problemas y las inquietudes.
-
Afectividad: favorece el desarrollo
emocional y afectivo.
-
Sensibilidad: agudiza la percepción auditiva y táctil.
-
Movimiento: estimula la actividad y mejora la coordinación motriz.
-
Sociabilidad: fomenta la interrelación social.
-
Educativas: ayuda en la formación, desarrollo personal y superación de
dificultades de aprendizaje.
-
Psicoterapéuticas: ayuda a resolver problemas psicológicos y a cambiar
conductas establecidas.
-
Médica: apoyo psicológico y físico (puede reducir el dolor) a pacientes médicos
que se enfrentan a situaciones difíciles como la cirugía, enfermedades
terminales, cuidados intensivos…
-
Psiquiátrica: mejora la
autoestima y la capacidad de comunicación de los enfermos.
Métodos de aplicación
Las
sesiones se preparan y diseñan según las características del paciente,
combinando múltiples factores. Es muy distinto si es un adulto o un niño.
El
uso de la música
para ayudar a niños en el aprendizaje y la memorización del material se basa en
su uso como una pauta estructural, en la que la música se hace presente
simultáneamente con el material que tiene que ser aprendido. La música se
convierte de esta manera en el medio pedagógico para transmitir información, y
como vehículo para memorizar palabras y/o acciones.
Aunque
tenemos referencias del uso de la
música en prácticamente todas las culturas de la antigüedad, hasta
el ya pasado siglo XX no se fundó la musicoterpia como disciplina concreta. El
primer Instituto de Musicoterapia se creó 1942 en Estocolmo (Suecia) y en 1954,
Thayer Gaston fue nombrado director de Musicoterapia de la Univeridad de Kansas
(EE.UU), creándose entonces el primer título universitario en esta
especialidad. Durante esta etapa, Gaston establece los principios generales en
los que se basa la musicoterapia actual.
Principales
actividades de musicoterapia
En
musicoterapia infantil, los especialistas después de estudiar el perfil lingüístico,
intelectual y emocional del niño, establecen una serie de tareas para mejorar
sus capacidades. Se suele empezar la sesión de musicoterapia infantil con una
canción de bienvenida personalizada, a la cual se siguen otro tipo de
actividades como las que se enumeran a continuación:
Canto: cantar ayuda a vocalizar
y aprender vocabulario nuevo; trabaja las estructuras semánticas según diversos
niveles de dificultad.
Escuchar: normalmente al final de
una sesión de musicoterapia se establece un periodo de relajación en el que el
niño simplemente tiene que escuchar una melodía. Esto le sirve para prestar
atención y reconocer sonidos.
Juegos
musicales:
teniendo la música como protagonista, se propone a los más pequeños que
realicen un juego, basándose en unas normas preestablecidas. Deberán conseguir
el objetivo propuesto.
Técnicas
de improvisación:
esta actividad permite al niño dejar volar su imaginación, improvisando con
instrumentos y música, a la vez que se fomenta su creatividad. Es una forma de
que los más pequeños se relajen y estén predispuestos a realizar otro tipo de
actividades más estrictas.
Terapias
grupales: una
forma de estimular las capacidades psicomotrices de los pequeños, es hacer
sesiones en grupo en las que cada niño toca un instrumento. Se trata de que
presten atención, se coordinen con sus compañeros y controlen sus impulsos.
Asociación
de ideas: es
un paso más frente a la actividad de escuchar. Después de haber oído una
canción, se incita al niño a que explique qué ha imaginado, a dónde le ha
llevado la melodía. Es una forma de expresar sus sentimientos.
Conclusión
El
uso de la música como fuente de estímulo y desarrollo en los más pequeños es
realmente útil. Sirve como una gran herramienta de atención precoz, con la que
se desarrollan todo tipo de habilidades en los niños. No es necesario que
nuestro pequeño tenga un déficit para asistir a este tipo de sesiones, puesto
que las actividades con música estimulan todos los sentidos, y es siempre
positivo
TALLER DE MUSICOTERAPIA Y SENSORIOMOTRICIDAD
El objetivo
fundamental es el acercamiento a través del sonido y la sensorialidad.
El primer procedimiento se
sitúa en el nivel regresivo. Consiste en la audición de sonidos empáticos con
su estado regresivo para producir apertura de canales de comunicación y la
ruptura de núcleos defensivos.
El material utilizado es
agua, arroz, lentejas, música relajante que incluye sonidos de agua, delfines,
aves... ( el agua representa el líquido amniótico)(el agua representa la calidez
de la mamá y una sensorialidad que se puede compartir).
Para la realización del
taller llevaremos a cabo las siguientes actividades:
1º Mientras suena la música
jugamos con el arroz que se encuentra en diversos recipientes. Lo tocamos, lo
metemos dentro de una botella, lo agitamos escuchando su sonido, vaciamos su
contenido y volvemos a repetir la operación. En este juego de llenar y vaciar,
reunir y separar, el instructor introduce “rupturas en la repetición,
provocando asombro y sorpresa” (Acouturier, 2004:183).
2º Mientras suena la música
y a la vez que manipulamos con el arroz, vamos echando agua por encima de sus
manos . Verbalizamos las acciones, realizamos vocalizaciones, interactuamos con
los niños tocando sus manos dentro del agua para establecer un vínculo de
comunicación. Imitamos sus respuestas, sus gestos, movimientos y sonidos. A
través del vínculo accedemos al niño y puede aparecer el afecto; así a través
de la música y del juego del “doble” integramos en el vínculo la sensación y el
afecto. El vínculo integra el contacto, la piel, la mirada ( Vicent Pí :2005)
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