martes, 6 de marzo de 2012

CONTROL DE ESFÍNTERES Y LA HIGIENE

CONTROL DE ESFÍNTERES:
INCONVENIENTES DE RETIRAR EL PAÑAL ANTES DE QUE EL CONTROL ESTÉ INSTAURADO
PAÑAL NOCTURNO
¿POR QUÉ NOS EMPEÑAMOS EN ADELANTAR EL PROCESO?
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA AYUDAR A NUESTROS HIJOS CON EL CONTROL DE ESFÍNTERES?
NECESIDADES BÁSICAS: LA HIGIENE:
Higiene como necesidad básica:
Adquisición de hábitos en la higiene
Aseo corporal
Cuidados específicos del bebé:
Higiene ambiental:
Negligencia en cuanto a la atención a las necesidades de la higiene.
ALTERACIONES RELACIONADAS CON DEFICIENCIAS EN LA HIGIENE
Eritema
Muguet o candidiasis de pañal
Pediculosis
Helmintiasis
Onicofagia
TRASTORNOS DE LA ELIMINACIÓN
Enuresis
Encopresis
TRASTORNO DE LA ALIMENTACIÓN
¿Cuáles son los principales tipos de TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN?
¿Qué provoca los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN?
¿Por qué es importante buscar tratamiento para estos trastornos?
¿Cómo puede un psicólogo ayudar a una persona a recuperarse?
¿Funciona realmente el tratamiento?
 
 
 

CONTROL DE ESFÍNTERES:
El control diurno queda establecido y el niño suele ir al baño por sí mismo.
Entre los 3 y 4 años: su capacidad de vejiga se duplica pueden controlar su vejiga cuando está llena, posponer la micción hasta el lugar apropiado, iniciar y parar el flujo de orina,y decidir la evacuación.
El periodo en que se considera que un niño debe haber alcanzado el control de esfínteres, tanto diurno como nocturno, es de los 3 a los 5 ó 6 años. No haberlo alcanzado antes de los 6 años sería un retardo en la maduración del niño, luego intervenir antes de esta edad sería contraproducente. Rara vez tiene éxito antes de los siete u ocho años. Controlar la micción representa una habilidad muy compleja, donde el niño:Debe aprender a orinar cuando la presión de la vejiga no sea muy grande Debe frenar las contracciones del músculo detrusor ( es el músculo que abre y cierra la vejiga) Debe distinguir las distintas sensaciones que se producen dentro de su cuerpo cuando la vejiga está muy llena Debe frenar voluntariamente el flujo de orina una vez se ha empezado a orinar Debe ser capaz de transferir todos estos mecanismos del estado de vigilia al sueño. La presión de la vejiga debe ser capaz de despertarle Debe asociar las sensaciones internas de la vejiga con señales externas como cuarto de baño, taza... ar las sensaciones internas de la veji

Vamos a hablar de control de esfínteres. No de retirada de pañal. El pañal no deberíamos retirarlo si antes no existe control de esfínteres… y sin embargo, solemos hacerlo al revés, como si creyésemos que quitando el soporte se logra antes la maduración de una función corporal. Vamos a verlo más claro en un ejemplo de otra función madurativa:

Un bebé de 13 meses que va en brazos de su madre, en su bandolera o en su carro… es igual dónde. No sabe andar, pero todas hemos escuchado que "aproximadamente entre los 12 y los 15 meses los niños empiezan a andar". Bien, pues al bebé de nuestro ejemplo, como no da señales de aprender por sí mismo le vamos a dejar en el suelo y a partir de ahora no le vamos a coger, ni llevar de un lado a otro… así aprende a andar. ¿Absurdo? Pues es lo que hacemos cuando le quitamos el pañal a un niño… intentar que aprenda a andar a base de sacarle el soporte con el que lo acompañamos de un lado a otro.

Y precisamente como se trata de un proceso madurativo, no sólo no podemos hacer mucho por acelerarlo sino que además debemos admitir que es difícil que ocurra de un día para el otro. Aunque sí hay niños que un día deciden dejar el pañal y realmente nunca tienen un escape, lo habitual es que el control de esfínteres sea un complejo proceso de "ensayo y error". Igual que sucede con otro proceso madurativo: el habla. Aunque los niños empiezan a comunicarse pronto, nadie pretende que un buen día, cuando empiezan a hablar, lo hagan con la corrección de un adulto tanto fonética como gramaticalmente, permitimos que tengan "lengua de trapo", incluso nos hace gracia, y hasta hay quien les imita y se comunica con ellos en un lenguaje similar al suyo (mira, hijo, un "babau", aquí viene la "lela" y cosas por el estilo). Sin embargo, en cuanto al control de la orina y las heces, no admitimos un solo "fallo". No se trata de ponernos a hacer pis en los pantalones igual que ellos para acompañarlos, sino aceptar que, de manera natural, están aprendiendo (en gerundio), es decir, lo van haciendo poco a poco y no en el momento en que nosotros decidimos que hay que retirar el pañal.

Prueba de que se va produciendo poco a poco es que muchos niños (no voy a decir todos porque a algunos no les pasa, pero sí a la mayoría), aunque normalmente no tengan escapes, aunque siempre pidan pis y caca, tanto de día como de noche, de repente un día, se les olvida y tienen un escape, o se ponen nerviosos y tienen un escape, o les da la risa, o se meten tanto en una actividad que se les olvida… ¿a vosotros os pasa? ¿Nunca? ¿Ni cuando os reís mucho? Pues será porque en vosotros sí está adquirida la función, el proceso ha madurado completamente… pero en los niños no, va sucediendo poco a poco, y estos escapes son cada vez menos frecuentes hasta que, finalmente, alrededor de los 6 años, dejan, sencillamente, de ocurrir.

Desde este supuesto, es decir, si consideramos el control de esfínteres como un proceso madurativo, no nos puede extrañar ni molestar que nuestro hijo, un día, vuelva a pedir o a necesitar los pañales. Puede que durante unas semanas haya ido al baño o utilizado el orinal sin problemas, pero por la causa que sea de repente puede volver a haber escapes importantes, y nuestro hijo puede pedir el pañal porque no se siente a gusto mojado, o bien podemos sugerir nosotros la posibilidad de volver a usarlo. No es un retroceso, es un estadio normal del desarrollo, que dará a nuestro hijo más confianza, tanto en sí mismo como en nosotros. En sí mismo, porque será capaz de tener controlado un aspecto que suele plantearse como problemático en muchas situaciones… en nosotros, porque verá que le aceptamos sea lo que sea que decida hacer con su cuerpo y sus funciones.

INCONVENIENTES DE RETIRAR EL PAÑAL ANTES DE QUE EL CONTROL ESTÉ INSTAURADO
Pérdida de confianza del niño en sí mismo: Si le decimos que a partir de un momento es mayor para controlar esfínteres, y decidimos unilateralmente retirar el pañal, le estamos comunicando a nuestro hijo que, tal como hace las cosas, ya no es correcto hacerlas, y si tomamos una decisión que le afecta de una manera tan absoluta, debe ser por algo que está haciendo mal, o al menos, de un modo que a nosotros no nos complace. Eso mina la seguridad que el niño tiene en sí mismo, pero a la vez, la confianza inmensa que tiene en nosotros, la confianza de que le amamos tal cual es, con sus medias palabras, con sus saltos torpes y con sus pañales.

Logística de limpieza y cambio de ropa: Quizás suene absurdo, pero retirar el pañal antes de tiempo, requiere un fondo de armario considerable, además de salir de casa con mudas de todos los accesorios de cintura para abajo. Además, requiere una fregona a mano y lista en todo momento y montoncitos de ropa mojada por toda la casa… ¿de verdad creéis que nuestros hijos se sienten a gusto?

El idioma pis: Retirar el pañal supone establecer lo que Laura Gutman llama el "idioma pis"… desde que nos preparamos para salir empezamos a preguntar obsesivamente: "¿quieres hacer pis?, ¿has hecho pis?, ¿de verdad que no? ¿Y caca, este niño ha hecho hoy caca?" y luego, cada diez minutos, estemos donde estemos, delante de quien estemos, lo preguntamos sin descanso, incluso nos atrevemos a llevar a nuestros hijos contra su voluntad al servicio de diversos bares y restaurantes "a ver si sale".

PAÑAL NOCTURNO
Parece que existe unanimidad en el hecho de que una vez retirado el pañal diurno, el pañal nocturno debe ir detrás en pocos días. Ni sí ni no… dependerá, como con el pañal diurno, de vuestro hijo, de si amanece o no con el pañal mojado y, por supuesto, de si quiere hacerlo. No pasa nada porque un niño se pase meses, o incluso años, usando pañal nocturno aunque haya dejado ya el diurno… es un control más difícil sencillamente porque el niño está completamente relajado, no está pendiente de sus posibles escapes, y como está aprendiendo, simplemente sucede.

¿POR QUÉ NOS EMPEÑAMOS EN ADELANTAR EL PROCESO?
No tengo ni idea de por qué lo hacían en otras épocas, pero hoy en día, la "culpa" de todo esto la tiene, principalmente, el cole. Si los niños van a la guardería, en muchas de ellas, el último año ya se organizan rondas de orinal para que se vayan acostumbrando… y si no van a la guardería, sus madres nos cuidamos mucho de, a partir de la última primavera previa al cole, ir retirando el pañal. Sencillamente porque, en la grandísima mayoría de los coles españoles, un niño con pañal no es admitido y, en el mejor de los casos, será admitido sin pañal pero sus padres tendrán que ir a cambiarlo cada vez que haya un "accidente". Y muchas familias, simplemente no pueden permitirse dejar el trabajo, que puede no quedar en la misma ciudad, e ir al colegio una o dos veces por mañana, ni siquiera aunque esto no ocurra todos los días. Si la educación infantil comenzase a los 4 años muchas familias se quitarían de encima el problema del control de esfínteres… sucedería por sí solo en la gran mayoría de los casos en algún momento antes de la entrada en el cole.

Y otro de los motivos que existen para este empeño en "hacer algo" en vez de esperar que la naturaleza siga su curso la tiene la cultura de la competitividad y la eficiencia, el rollo mi hijo ya hace tal o cual, que no se diga que mi hijo se queda retrasado, pues el niño de fulanita ya no lleva pañal, la tremenda presión social que representa el que TODOS se quiten el pañal, el presumir del hijo más listo y más independiente.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA AYUDAR A NUESTROS HIJOS CON EL CONTROL DE ESFÍNTERES?
Llegados a este punto, sí hay una cosa que podemos hacer: respetarles en el ritmo y en la manera que el proceso se dé en nuestros hijos. Aceptarles tal como son, con pañal o sin él, mojados o secos, sin valorar ni juzgar si es tarde, pronto, oportuno o no quitarse o ponerse el pañal… sea lo que sea lo que nuestro hijo decida.

Sin embargo, si pese a todo lo dicho, existe alguna exigencia real que no podemos "saltarnos", si en el cole no admiten a nuestro hijo con pañal y tiene que ir sí o sí porque nosotros trabajamos, y tampoco lo admiten con pérdidas ni nosotros queremos o podemos trasladarnos al cole a diario para cambiarlo y nadie va a hacerlo por nosotros, sólo os puedo dar una indicación: flexibilidad. Si vamos a retirar el pañal en algún momento y nuestro hijo no lo ha pedido, que haya tiempo suficiente para poder volver atrás todas las veces que lo creamos necesario, podemos tener varios orinales repartidos por la casa para no tener que salir corriendo al baño, podemos sacar el pañal unos días sí y otros no, a unas horas sí y a otras no, y éstas no tienen que ser siempre las mismas, se puede sacar el pañal en casa pero ponerlo al salir de casa, que es más engorroso para todos, y si vemos que es demasiado… dejarlo unos días o unas semanas y volver a intentarlo un poco después. Y siempre, aceptar que puede pasar tiempo hasta que se produzca el control, y por ello, seguir respetando lo que vaya sucediendo y los sentimientos que en nuestro vayan surgiendo.

NECESIDADES BÁSICAS: LA HIGIENE

Higiene como necesidad básica:
Higiene
: estudia las condiciones y los factores personales o ambientales que influyen el la salud física y mental que favorecen la aparición y la difusión de las enfermedades. En la escuela infantil es importante fomentar la higiene, ya que ésta es esencial en los niños para defender su cuerpo ante posibles infecciones.

La higiene se puede clasificar en dos categorías:
Higiene personal: medidas encaminadas a la conservación de la integridad de las diversas funciones del organismo y de la mejora y el incremento de la salud. Forma parte de las costumbres de cada cultura e incluye aspectos diferentes, entre ellos el aseo corporal y el arreglo personal.
Higiene ambiental: se basa en que los espacios, los materiales y el ambiente donde se desarrollen las actividades del niño dispongan de las condiciones higiénicas adecuadas.

Adquisición de hábitos en la higiene
Pasa por 3 fases:
Fase pasiva: la persona adulta realiza las actividades de la higiene del bebé.
Fase de colaboración: el niño empieza a participar de su propio aseo. En los primeros períodos será la persona adulta la que realice el aseo ayudada por el niño; más adelante será éste quien lo realice y el adulto se limitará a prestar una simple ayuda.
Fase activa: independencia progresiva de las maniobras de aseo personal por parte del niño, aunque al comienzo todavía bajo una prudente y simple vigilancia por parte de la persona adulta.

Aseo corporal
Los principales responsables del aseo corporal de los niños son las propias familias, sobre todo en los primeros meses.El educador infantil se va a ocupar más directamente de trabajar aspectos cotidianos del aseo acondicionándolos a su conversión en hábitos.Las tareas del educador abarcan desde los bebés a los que hay que cambiar pañales hasta niños de 6 años que ya deben tener asimilados en parte o completamente muchos de los hábitos higiénicos.El aseo corporal se va a dividir enCuidados específicos del bebe y aseo personal.

Cuidados específicos del bebé:
La higiene en los primeros meses de vida es esencial ya que el bebé no ha desarrollado su sistema inmunológico.Habitáculos, mobiliario, materiales y juguetes han de ser lavados y desinfectados, debiendo tener especial precaución con el polvo y la humedad por ser origen de diversos focos infecciosos.Antes de iniciar cualquier actuación destinada a la higiene del bebé hay que lavarse bien las manos con agua y jabón.

Baño :Es una de las responsabilidades de la familia aunque puede ser responsabilidad del educador en centros de acogida o residencias.El baño se debe considerar una norma de obligado cumplimiento diario.Una higiene adecuada constituye la mejor garantía contra las posibles infecciones o irritaciones en su piel.La piel del bebé (sobre todo en los primeros meses) es muy frágil y sensible.Se debe bañar al niño cada día a la misma hora para que forme parte de su rutina.Si el niño es inquieto, mejor bañarlo por la noche, porque el agua tibia, la relajación y tranquilidad que le producirá el baño le ayudará a dormir.La temperatura de la habitación debe estar entre 21 y 24ºC para un recién nacido, y de 20-22ºC a partir de las 6 semanas) y asegurarse de que no haya corrientes de aire.La temperatura del agua debe ser templada (entre 32 y 36ºC) y nunca sobrepasar la temperatura corporal de 37ºC.Siempre se debe lavar al niño de arriba abajo, echándole agua por la cabeza, y por todo el cuerpo, utilizando la esponja o las manos. El cabello se debe lavar en el proceso de baño, también diariamente hasta los 2 años, utilizando un champú infantil y sin meter la cabeza dentro del agua.No se debe prolongar el baño más de tres o cuatro minutos.Es fundamental que se le cubra la cabeza, porque es esta región del cuerpo por donde los bebés pierden la mayor parte de su calor corporal, y sobre todo los pliegues para prevenir las escoceduras y los hongos.El secado debe hacerse sin frotar al bebé, dándole solo ligeros golpecitos con la toalla por todo el cuerpo para evitar así irritarle la piel.Un vez secado se le debe aplicar una crema hidratante infantil.A continuación se ha de vestir para que no se enfríe y aprovechar para acicalarle.El baño se convierte en un momento placentero y que a la vez acrecienta la comunicación afectiva niño-adulto.

Acicalado :Cuidar aquellas zonas que requieren una higiene específica: peinado, cuidado de los ojos y oídos y cuidado de las uñas. El cepillo es imprescindible para mantener su pelo limpio y evitar que le salga la costra láctea o granitos en el cuero cabelludo.Para limpiar los oídos se utilizará una tela suave, una gasa o una toallita húmeda, y se limpiarán los pabellones exteriores y también la parte de detrás de las orejas donde se acumula suciedad, en ningún caso se hurgará con bastoncillos de algodón en el interior del oído.Los ojos se limpiarán de la nariz hacia fuera secándolos posteriormente. Los restos de mucosidad, se retirarán utilizando una toallita o gasa húmeda.La boca requiere su limpieza particular, y es conveniente pasarle una gasa después de comer y antes de acostarle. Se debe evitar acostarle con el biberón para evitar la caries de biberón.Es importante que los bebés lleven las uñas cortas, ya que sino es fácil que se arañen la cara. Se deben utilizar unas tijeras de punto roma y seguir la línea natural de la uña. Las uñas de los pies conviene cortarlas en línea recta.
En principio es aconsejable cambiar el pañal antes de acostarse y al levantarse, y también cuando tenga la certeza de que está sucio, que normalmente coincide después de cada toma. Es conveniente cambiarle cuando esté intranquilo o molesto.A medida que el bebé crezca disminuirá la frecuencia de sus deposiciones, y por lo tanto la necesidad de cambiarle.En la escuela infantil, los elementos necesarios para el cambio de pañal los suministran los padres.Los cambios de pañales deben hacerse en un único lugar de la habitación, siendo aconsejable que esté separada del aula.Estas estancias pueden ser contiguas y es conveniente que la separación sea en forma de mampara o gran ventanal por donde se pueda ver lo que ocurre en clase.Esta sala ha de estar revestida de algún material lavable y desinfectable.La limpieza de la zona genital y los esfínteres anal y uretral ha de ser muy cuidadosa, y se ha de realizar de forma diferente según se trata de un niño o una niña.En la niñas: la limpieza ha de realizarse siempre de delante hacia atrás (de la vagina al ano) y no al revés para evitar extender bacterias de los intestinos a la vejiga o a la vagina, evitando así posibles infecciones.En los niños: desde los muslos hacia el pene, teniendo especial esmero en los testículos, ya que dada su rugosidad pueden quedar restos de orina o heces. Cuando el bebé ya está limpio es necesario secar la zona afectada, especialmente la zona de los pliegues, asegurándose de que queden bien secos. A continuación se aplica crema protectora en toda la zona. No es recomendable el uso de los polvos de talco.En los bebés son muy frecuentes las irritaciones y las escoceduras en la zona del pañal, esto es debido a que la piel del bebé es muy delicada y también al efecto corrosivo de las deposiciones.El momento del cambio del pañal es también una ocasión que el educador puede aprovechar para potenciar el desarrollo de ciertas capacidades, tanto de tipo afectivo(a través de la sonrisa y el contacto), como motriz (se estimula al bebé a moverse y a dar patadas), del lenguaje (comunicación mediante el habla con el bebé, balbuceos), o sensoriales (sensación de bienestar).

Desvestido y vestido del bebé:Temperatura de la habitación(entre 21 y 24ºC para un recién nacido y de 20-22ºC a partir de las 6 semanas)Se le debe hablar mientras se le está vistiendo. Se puede practicar de paso los ejercicios de pierna que fortalecen los músculos del bebé.

Medidas de aseo en los niños:Baño, ducha y aseo de la piel.La piel es una de las primeras barreras del organismo para defenderse de las agresiones del medio, además, es un órgano de relación porque en ella está el sentido del tacto.La piel del recién nacido es muy frágil y madura con el tiempo hasta los 8-9 años.La capa superficial es muy fina para construir una barrera eficaz contra los agentes externos, por lo que es extremadamente sensible. Su ph cutáneo es neutro y se va haciendo ácido progresivamente. Por ello, en la limpieza corporal del niño se utiliza el agua y los jabones neutros o cremas, según la piel sea grasa o seca. Ambos disuelven o arrastran la suciedad, limpiando la epidermis de sustancias extrañas o perjudiciales.Cuando el niño se empiece a mantener sentado, se podrá pasar a bañarlo en una bañera grande, el baño en estos momentos se convierte en un momento de juego que se puede aprovechar para darles una esponja e incentivarles a que se vaya lavando él solo.En ningún caso se deberá dejar al niño solo en la bañera.Alrededor de los 4 años, el baño puede convertirse en ducha e ir poco a poco prescindiendo de la presencia del adulto hasta que pueda ducharse solo completamente.Independientemente del baño diario, los niños deben lavarse las manos y la cara cada día por la mañana.

El cabelloSe aconseja lavarlo 2 o 3 veces por semana a partir de los 2 años.Frotar con las yemas de los dedos.En el corte de pelo debe prevenirse que el largo de los flequillos o de las melenas no moleste a la visión ni induzca a los niños a tomar posturas corporales forzadas.Uno de los peligros más importantes con relación a la higiene del cabello es la parasitación.

Los dientes:El cepillado de los dientes es un aspecto importante a introducir en edades tempranas, ya que su adquisición como hábito es muy importante para el futuro de su salud dental.Se recomienda su inicio a partir de los 18 meses, realizando un cepillado después de cada comida, siendo el más importante el de antes de irse a dormir, ya que es por la noche cuando la proliferación de bacterias es más activa.El aprendizaje y la adquisición del hábito de higiene bucal, se adquiere, en muchos casos, en la escuela infantil: se enseñará a depositar la crema en el cepillo, y cómo cepillarse (desde la encía hacia los dientes).Controles regulares a través del dentista.Se deben establecer hábitos relacionados con el abuso de golosinas.

Uñas de manos y pies:Las uñas se deben de mantener cortas y limpias, ya que son unos de los vehículos de transmisión de gérmenes más importantes y que más contribuyen a la propagación de infecciones gastrointestinales.Para su limpieza, además del agua y el jabón, es recomendable utilizar un cepillo.

Vestido y calzado:Antes de elegir la prenda de vestir o el calzado más adecuado para el niño, la persona adulta deberá tener en cuenta la edad del niño, la actividad que realizará y el lugar donde estará.

El vestido tiene 3 funciones
1. Estética.

2. De protección (evitar frío o calor): es preferible utilizar ropa de fibras naturales como hilo o algodón, porque las artificiales dificultan la transpiración y pueden provocar alergias. No ha de tener costuras gruesas que puedan apretar o marcar la piel del bebé.

3. Función ergonómica tanto del propio niño (facilidad para moverse) como del educador (facilidad para cambiarle).La ropa debe ser holgada, no debe comprimir el cuerpo ni impedir la libertad de movimientos.Ha de ser fácil de poner y quitar, por tanto es preferible que sea de dos piezas.En bebés, las botonaduras deben sustituirse por cintas adhesivas o lazadas, para que no quede al alcance de los niños ni de su boca.Para niños más grandes, los corchetes y las tiras de velcro so las más seguras. Botones grandes y planos.

El calzado:Desde los primeros meses de vida, hasta llegar a consolidar su papel de soporte y de miembro para andar. El pie es especialmente un órgano táctil.Gracias a él, el niño recibe unos estímulos que se originan por el contacto del pie con el entorno externo.Será un error aplicar un tipo de calzado que, por sus características de construcción, impida este intercambio de información.Cuando el niño empieza a andar se han de añadir otras consideraciones, relacionadas con el desarrollo del pie y su función.

Funciones de los pies:Configurar una base de sustentación para el niño, es decir, contactar con el suelo y, por lo tanto, mantener el equilibrio.Capacidad para el desplazamientoCapacidad de reaccionar y de evitar caídas, gracias a la información de la posición y del espacio que recibe el cerebro de los ligamentos y los tendones del pie.Hasta los 6 años no se considera que tenga una forma parecida al pie del adulto.El crecimiento del pie a estas edades es muy acelerado (3 cm al año).Los zapatos han de ser adecuados al tamaño del pie y se han de adaptar a él perfectamente, para ello es necesario que mantenga una buena sujeción en la parte del talón y que deje movilidad a los dedos.En el niño que empieza a andar, la suela ha de tener consistencia, no ha de pesar y ha de tener gran flexibilidad.Los zapatos no deben restar capacidad de movimiento al pie y han de ser fáciles de quitar y poner.Que sean transpirables. Es recomendable el uso de calcetines (de lana en invierno y algodón en verano).

Higiene ambiental:
La intervención en la educación infantil ha de tener como una de sus prioridades la educación medioambiental.La educación medioambiental se puede trabajar a través de los diversos contenidos, que deben estar considerados en el programa, y han de constar de conocimientos apropiados, de formas de acción para la preservación del mundo natural, y de normas y valores respecto a su conservación.La limpieza en el centro debe abarcar todos los ámbitos: aula, mobiliario… y se deben favorecer las condiciones ambientales más óptimas: temperatura adecuada, recintos ventilados e iluminados…
Los centros deberán reunir los siguientes requisitos referidos a instalaciones y condiciones materiales:

Ubicación en locales de uso exclusivo y con acceso independiente desde el exterior.

Una sala por cada unidad con una superficie de dos metros cuadrados por puesto escolar y que tendrá, como mínimo, 30 metros cuadrados. Las salas destinadas a los niños menores de dos años dispondrán de áreas diferenciadas para el descanso e higiene del niño.

Un espacio adecuado para la preparación de alimentos, cuando haya niños menores de un año con capacidad para los equipamientos que determine la normativa vigente.

Una sala de usos múltiples de 30 metros cuadrados que, en su caso, podrá ser usada como comedor.

Un patio de juegos por cada nueve unidades o fracción, de uso exclusivo del centro, con una superficie que, en ningún caso, podrá ser inferior a 75 metros cuadrados.

Un aseo por sala, destinada a niños de dos a tres años, que deberá ser visible y accesible desde la misma y que contará con dos lavabos y dos inodoros.

Un aseo para el personal separado de las unidades y de los servicios de los niños, que contará con un lavabo, un inodoro y una ducha.

Negligencia en cuanto a la atención a las necesidades de la higiene
Los educadores infantiles cumplen una función como agentes de prevención primordiales a la hora de detectar situaciones de riesgo social que puedan desembocar en situaciones de maltrato infantil por negligente o abandono físico. Esto hace referencia a aquellas situaciones en las que las necesidades físicas básicas del menor no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro adulto del grupo que convive con el niño, en concreto cuando no se satisfacen las necesidades físicas básicas de higiene, alimentación, cuidados médicos, etc.

Los educadores deben observar a los niños de sus centros y hacer un seguimiento de su evolución. A continuación se presenta una serie de indicaciones, que aunque no de forma exhaustiva, pueden servir para identificar una probable situación de riesgo de maltrato por negligencia.

Indicaciones físicas del niño:Constante sucio, escasa higiene, hambriento e inapropiadamente vestido.Problemas físicos o necesidades médicas no atendidas o ausencia de los cuidados médicos rutinarios.

Indicadores de comportamiento del niño:Pide o roba comida
Raras veces asiste a la escuela
Dice que no hay nadie que le cuide

ALTERACIONES RELACIONADAS CON DEFICIENCIAS EN LA HIGIENE

1. Eritema:
Es una inflamación con lesiones visibles en la piel, que en los niños se localiza preferentemente en la región glútea, anal, genitales externos y cara anterior de los muslos, donde la humedad es casi permanente.

En casos ligeros, la piel solo se colorea ligeramente de rojo; mientras que en casos de mayor afectación, pueden llegar a desarrollarse pequeñas úlceras de profundidad considerable que produce la intranquilidad de los pequeños.

Pueden considerarse como causas fundamentales de eritema la irritación producida por los pañales empapados de orina, la expulsión de heces líquidas o semilíquidas ácidas en estados de diarrea, el uso permanente de pañales de plástico que impiden la aireación necesaria, etc.

Medidas preventivas :Lavar las zonas afectadas con agua y jabón no abrasivo
Secar y dejar la zona expuesta al aire libre el mayor tiempo posible
Cambiar frecuentemente de pañales, que estos sean desechables, transpirables y no oclusivos.
Proteger la región con cremas o pomadas

2. Muguet o candidiasis de pañal:
Se trata de una infección por hongos (candida albicans) que puede aparecer en la boca o zona genital.
En la boca el muguet produce la aparición de diversas placas blanquecinas con base roja, y provoca una reticencia al alimento por el dolor que le causa al niño.
En la zona genital, se aprecia en enrojecimiento brillante similar al del eritema de pañal

Aunque no es una infección grave no se puede curar con medios caseros, pero desaparece rápidamente mediante tratamiento médico.

3. Pediculosis
Es una infestación de piojos.
Los piojos son unos insectos diminutos de color grisáceo o rojizo. Se alimentan de la sangre humana y cuando pican producen un intenso picor.
El síntoma más claro de la presencia de piojos es el picor.
Se diagnostica con la observación del parásito o de sus huevos en los cabellos de la cabeza, la mayor parte de las veces en la zona de las orejas.
Los piojos causante de la pediculosis tiene un período de incubación de 8 a 10 días y una vez que la cabeza ha sido infestada, la hembra pone sus huevos (unos 10 por día).
Es conveniente que los niños mantengan buenas condiciones de aseo e higienes personales.
Ante la presencia de estos parásitos hay que proceder a una minuciosa limpieza del cabello de los niños e iniciar una desparasitación.
La pediculosis se transmite muy fácilmente, ya sea por contacto directo entre una persona infestada y una sana; o por contacto indirecto a través de objetos contaminados como los peines, cepillos, gomas para el pelo, etc.

En el caso de que se observe la presencia de algún niño con piojos en el centro educativo, se han de adoptar diferentes medidas:
Los niños y niñas que estén infectados han de permanecer un período de tiempo determinado en su casa.
Se ha de comunicar a los padres la existencia de la infestación y las orientaciones sobre cómo actuar, ya que para controlarla es imprescindible su colaboración.

4. Caries dental:Es un proceso patológico y localizado, de origen externo, que se inicia después de la erupción dentaria. Su efecto se traduce en la destrucción de las estructuras de los dientes. La caries es el enemigo más importante de los dientesEl diente se puede malograr totalmente, es causa de dolor y molestias y pueden aparecer complicaciones como flemones, lo que lo convierte en un foco de infecciones.La caries producida en la primera dentición se denomina caries del biberón que se produce en los bebésEs muy común en los bebés que a menudo se les impregna el chupete con azúcar, miel o algún líquido azucarado, y también cuando toman el biberón mas de 15 meses seguidos.Es muy importante conservar los dientes de leche el mayor tiempo posible, ya que favorece le aparición dientes mucho más fuertes y evita que los nuevos dientes salgan mal colocados o superpuestos.

5. Helmintiasis :Es el nombre genérico que engloba a las enfermedades causadas por la parasitación de helmintos o lombrices en el intestino.Las lombrices son gusanos blancos minúsculos que se introducen en el organismo a través de alguna sustancia contaminada y viven en los intestinos. Ponen huevos alrededor del ano produciendo un picor intenso, en las niñas los gusanos pueden llegar hasta la vagina.Se contagia a través de la vía fecal-oral y, por lo tanto, está relacionado con una defectuosa higiene de manos y uñas.Son muy frecuentes y fácilmente transmisibles en los pequeños.Son inofensivos pero muy molestos. Pueden llegar a producir insomnio, intranquilidad y bruxismo (rechinar los dientes).Es importante mantener las uñas de los niños infectados cortas, para impedir la irritación que se pueden producir al rascarse y por otra parte para evitar el efecto de reinfección o infección a otras personas.

6. Onicofagia :Hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. Puede provocar heridas en los dedos, labios y encías, a la vez que facilita la transmisión y el desarrollo de diversas infecciones.Ocasiona un prematuro desgaste de los incisivos centrales superiores, asimismo que se ve afectada la estética de los manos.Tratamiento específico por parte de médico o psicólogo.

TRASTORNOS DE LA ELIMINACIÓN

Enuresis:

La enuresis es la falta del control del esfínter urinario.

Se dice que un niño tiene enuresis si, teniendo edad para ello, no orina por propia voluntad, si no que lo hace involuntariamente.

La evolución espontánea de la micción, habitualmente, sigue esta secuencia:
Desde el nacimiento hasta los 6 meses, la vejiga se vacía sin ningún tipo de inhibición.
De los 6 a los 12 meses empieza a aparecer una inhibición producida por el sistema nervioso central, que hace que orine con menos frecuencia.
De los 12 a los 24 meses el niño va percibiendo cada vez más las necesidades de micción y la sensación del vaciado de la vejiga.
Hacia los 2 años, el niño es capaz, en cierta medida, de inhibir voluntariamente y por poco rato sus ganas de orinar.
Entre los 2 y 6 años, el niño se ha ido haciendo consciente de la sensación de la vejiga llena, de la necesidad de orinar y de su capacidad de inhibir la micción, tan voluntariamente como de una manera inconsciente, es decir, orina a voluntad.

Generalmente un niño completa el control de sus esfínteres entre los 4 o los 5 años, por lo tanto no debe considerarse un problema significativo hasta los 6.
Muchas veces estos niños dominan perfectamente y a voluntad la acción de orinar durante el día, pero son incapaces de hacerlo por la noche, entonces se tratará de enuresis nocturna.
Entre las causas que provocan la enuresis se pueden señalar tanto a nivel físico, de retraso en la implantación de hábitos higiénicos, o de estrés psicosocial (inicio en la escuela infantil, nacimiento de un hermano, relación inadecuada con los padres, etc.). Pero también puede estar provocada por trastornos de sueño u otros trastornos psíquicos, como la depresión.
Los síntomas de la enuresis funcional pueden conducir a la turbación, ira y castigo de los educadores, a la burla de los compañeros, a la evitación de campamentos y visitas en las que se pernocta, al retraimiento social y a las explosiones de ira. Estas complicaciones, si no se manejan correctamente, pueden tener un mayor impacto en el resultado a largo plazo (baja autoestima. problemas conductuales, etc.) que la enuresis por sí misma.

Una vez se ha descartado el origen médico y anatómico de la enuresis, se pueden tener en cuenta algunas estrategias para su tratamiento: restricción de líquidos durante el tiempo anterior al período de descanso, vaciar la vejiga antes de ir a dormir, auto limpieza, refuerzo social (alabanzas) contingente a la respuesta, etc. Para llevar a la práctica cualquiera de ellos, educadores y padres tendrán en cuenta el plan individualizado propuesto por el especialista.

Encopresis:
La encopresis consiste en la falta de control del esfínter anal.
El niño que sufre esta disfunción está afectado de un estreñimiento repentino, con una importante retención de heces muy duras en los últimos tramos del intestino, escapándosele por rebosamiento, involuntariamente, y de forma casi continuada pequeñas cantidades fluidas y casi líquidas.
En general va acompañada de enuresis.
Este trastorno de la eliminación es menos frecuente que la enuresis, pero al igual que ésta provoca efectos negativos en la autoestima del niño.
El problema se atribuye a perturbaciones del aprendizaje del esfínter en forma de presiones excesivas o de exigencias inadecuadas a una edad demasiado temprana, y también a manifestaciones de estrés como el nacimiento de un hermano, o como síntoma de una depresión infantil.
Aunque la encopresis casi siempre requiere un control psiquiátrico, el planteamiento educativo adecuado de los hábitos de control de esfínteres, por parte de educadores y familia, muestra su importancia en el plano de la prevención de los trastornos de eliminación mencionados.

Trastornos en la alimentación:

En una sociedad que continúa valorando la delgadez, aun cuando las personas en los Estados Unidos están más gordos que nunca, casi todos se preocupan por su peso como mínimo. Las personas con TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN llevan dichas preocupaciones a los extremos, desarrollando hábitos alimentarios anormales que amenazan su bienestar e incluso sus vidas. Esta hoja informativa de preguntas y respuestas explica cómo la psicoterapia puede ayudar a las personas a recuperarse de estos trastornos cada vez más comunes.

¿Cuáles son los principales tipos de TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN?

Hay tres tipos principales de TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN.
Las personas con anorexia nerviosa tienen una imagen distorsionada del cuerpo, que hace que se vean gordas incluso cuando están peligrosamente delgadas. A menudo se niegan a comer, hacen ejercicio compulsivamente y desarrollan hábitos inusuales como rehusar comer delante de los demás, pierden mucho peso y pueden incluso morirse de hambre.
Las personas con bulimia nerviosa comen excesiva cantidad de alimentos, luego purgan sus cuerpos de los alimentos y las calorías que tanto temen usando laxantes, enemas o diuréticos, vomitando y/o haciendo ejercicio. A menudo actúan en secreto, se sienten asqueados y avergonzados cuando comen demasiado, pero también aliviados de la tensión y las emociones negativas una vez que sus estómagos están nuevamente vacíos.
Al igual que las personas con bulimia, aquellas con el trastorno de comer compulsivamente experimentan episodios frecuentes de comer fuera de control. La diferencia es que los comedores compulsivos no purgan sus cuerpos del exceso de calorías.

Es importante prevenir conductas problemáticas para que no se conviertan en TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN totalmente desarrollados. La anorexia y la bulimia, por ejemplo, suelen estar precedidas de una dieta muy estricta y pérdida de peso. El trastorno de comer compulsivamente puede comenzar con comilonas ocasionales. Cada vez que una conducta alimenticia comienza a tener un impacto destructivo en el desempeño de las funciones de una persona o la imagen de sí misma, es hora de consultar a un profesional de la salud mental altamente capacitado, como un psicólogo autorizado para ejercer y con experiencia en tratar personas con TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN.

¿Quiénes tienen TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN?

Según el Instituto Nacional de la Salud Mental, las mujeres adolescentes y jóvenes representan el 90 por ciento de los casos. Pero los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN no son sólo un problema para las mujeres adolescentes, tan a menudo descritas en los medios de comunicación. Mujeres y hombres mayores , asi como niños también pueden desarrollar estos trastornos. Un creciente número de minorías étnicas están siendo afectadas de estas enfermedades devastadoras.

Las personas a veces tienen TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN sin que sus familias o amigos sospechen que tienen un problema. Conscientes de que su conducta no es normal, las personas con TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN pueden retraerse del contacto social, ocultar su conducta y negar que sus patrones de alimentación son problemáticos. Hacer un diagnóstico preciso exige la participación de un psicólogo autorizado para ejercer u otro experto de salud mental adecuado.

¿Qué provoca los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN?

Determinados factores psicológicos predisponen a las personas a desarrollar los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN. Las familias o relaciones disfuncionales son un factor. Los rasgos de personalidad pueden también contribuir a estos trastornos. La mayoría de las personas con TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN tienen baja autoestima, se sienten indefensas y con una insatisfacción profunda por su apariencia.

Hay características específicas vinculadas con cada uno de los trastornos. Por ejemplo Las personas con anorexia tienden a ser perfeccionistas, mientras que las personas con bulimia son a menudo impulsivas. Los factores físicos como la genética también desempeñan un papel importante para poner en peligro a las personas.

Un amplio espectro de situaciones puede precipitar los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN en personas susceptibles. Los familiares o amigos pueden burlarse repetidamente de ellas con relación a sus cuerpos. Pueden participar en gimnasia u otros deportes que ponen énfasis en el peso bajo o una determinada imagen corporal. Las emociones negativas o los traumas como la violación, abuso o la muerte de un ser querido también pueden desencadenar trastornos. Incluso un acontecimiento feliz, como dar a luz, puede provocar trastornos debido al impacto estresante del hecho que implica un nuevo papel en la persona y su imagen corporal.

Una vez que las personas comienzan a tener conductas de alimentación anormales, el problema puede perpetuarse. Comer compulsivamente puede establecer un círculo vicioso activo, en la medida que las personas que se purgan para eliminar el exceso de calorías y dolor psíquico, luego comen compulsivamente un vez más para escapar de los problemas cotidianos.

¿Por qué es importante buscar tratamiento para estos trastornos?

Las investigaciones indican que los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN son uno de los problemas psicológicos con menos probabilidades de ser tratados. Los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN con frecuencia no desaparecen por sí solos, y dejarlos sin tratamiento puede tener consecuencias graves. De hecho, el Instituto Nacional de la Salud Mental estima que uno de cada diez casos de anorexia termina en muerte por hambre, suicidio o complicaciones médicas como ataques al corazón o insuficiencia renal.

Los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN pueden aniquilar al cuerpo. Los problemas físicos asociados con TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN incluyen anemia, palpitaciones, pérdida del cabello y masa ósea, caries, esofagitis e interrupción de la menstruación. Las personas con trastornos en comer compulsivamente pueden desarrollar presión sanguínea elevada, diabetes y otros problemas asociados con la obesidad.

Los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN también están asociados con otros trastornos mentales como la depresión. Los investigadores todavía no saben si los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN son síntomas de dichos problemas o si los problemas se desarrollan debido al aislamiento, estigma y cambios fisiológicos causados por los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN en sí. Lo que queda claro es que las personas con TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN tienen mayores índices de tener otros trastornos mentales, que incluyen depresión, trastornos de ansiedad y abuso de sustancias, que otras personas.

¿Cómo puede un psicólogo ayudar a una persona a recuperarse?

Los psicólogos desempeñan un papel vital en el tratamiento exitoso de los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN. Estos son miembros integrales de un equipo multidisciplinario que puede ser necesario para brindar la atención adecuada al paciente. Como parte de este tratamiento, se puede consultar a un médico para descartar enfermedades y determinar si el paciente corre peligro físico inmediato. Se puede solicitar a un nutricionista que ayude a evaluar y mejorar que ayude a evaluar y mejorar el consumo nutricional.

Una vez que el psicólogo ha identificado problemas importantes que requieren atención, y desarrollado un plan de tratamiento, ayuda al paciente a reemplazar pensamientos y conductas destructivos por otros más positivos. Por ejemplo, el psicólogo y paciente pueden trabajar juntos para concentrarse en la salud en lugar del peso. El paciente puede llevar un diario de comidas con el fin de crear más conciencia de los tipos de situaciones que desencadenan el comer compulsivamente.

Sin embargo, simplemente cambiar los pensamientos y conductas del paciente no es suficiente. Para garantizar una recuperación duradera, los psicólogos y pacientes deben trabajar juntos para explorar los problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la alimentación. La psicoterapia puede ser necesaria para concentrarse en mejorar las relaciones personales del paciente y puede involucrar ayudarlo a ir más allá del hecho o situación que desencadenó el trastorno en primer lugar. La terapia de grupo también puede resultar útil.

Algunos pacientes, en especial aquellos con bulimia, pueden beneficiarse con la medicación. Sin embargo es importante recordar que la medicación debe usarse en combinación con psicoterapia, no para reemplazarla. Los pacientes a quienes se les aconseja tomar medicación deben conocer los posibles efectos colaterales y la necesidad de una supervisión directa del médico.

¿Funciona realmente el tratamiento?

Sí. La mayoría de los casos de TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN pueden ser tratados exitosamente por profesionales de la atención médica de salud mental y de salud adecuadamente capacitados. Hay que tener en cuenta, que los tratamientos no dan resultados en un corto plazo. Para muchos pacientes, el tratamiento puede ser a largo plazo.

Incorporar la terapia familiar o de pareja en la atención del paciente puede ayudar a prevenir recaídas al resolver los problemas interpersonales relacionados con el trastorno de la alimentación. Los terapeutas pueden guiar a los familiares para que entiendan el trastorno del paciente y aprendan nuevas técnicas para sobrellevar los problemas. Los grupos de apoyo también pueden colaborar.

Recuerde: cuanto más temprano comience el tratamiento, es mucho mejor. Cuanto más tiempo continúen los patrones de alimentación anormales, estos quedarán más profundamente arraigados y serán más difíciles de tratar.

Los TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN pueden afectar gravemente el funcionamiento y la salud de las personas. Pero las perspectivas de una recuperación a largo plazo para la mayoría de las personas que buscan ayuda profesional son muy buenas. Terapeutas calificados como, por ejemplo, psicólogos autorizados para ejercer y con experiencia en esta área, pueden ayudar a aquellas personas que tienen TRASTORNOS EN LA ALIMENTACIÓN a recuperar el control de sus conductas alimenticias y de sus vidas.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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